EL COCO
EL
COCO
“Duérmete
niño,
Duérmete
ya,
Que
viene el Coco
Y
te comerá.
Esta
es quizás una de las canciones de cuna más populares que seguramente a muchos
nos cantaron cuando niños y que, aunque a varios pueda sorprender, tiene ya
varios cientos de años utilizándose para arrullar a los más pequeños.
Pero,
¿quién es este Coco mencionado en la canción que vendrá a comernos en caso de
no dormir?
El
Coco, conocido en distintos países de América Latina como el Cuco, es un ser
temido por todos los niños y al que los padres y adultos hacen referencia para
asustar a sus hijos cuando estos se portan mal.
Este
ser inmaterial e infame está tan extendido en el folclore de varios países de
habla hispana que incluso en el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española
(RAE) podemos encontrar una definición:
1.
Coco. (Del port.côco, fantasma que lleva una calabaza vacía, a modo de cabeza).
m. Fantasma con que se mete miedo a los niños.
Aunque,
como ya lo mencionamos, el Coco es un ser presente en el folclore de varios
países de América Latina y Europa (principalmente España y Portugal), si
intentamos rastrear su origen quizá tengamos que remontarnos hasta Brasil pues,
como la misma RAE nos lo indica, la
etimología viene del portugués; de hecho, una de las primeras menciones sobre
el Coco – además de la que aparece en 1445 en el Cancionero de Anton de Montoro
– la encontramos en 1518 en el “Auto da barca do Purgatorio”, una canción de
cuna portuguesa de Gil Vicente.
Volviendo
a la RAE, no olvidemos que menciona también que su cabeza era una calabaza
vacía, aunque quizá también fuera una cabeza de coco, fruto procedente de las
playas del continente americano que recibió ese nombre a la llegada de los
españoles, pues la forma del fruto les recordaba las máscaras utilizadas en
aquel país para asustar a los más pequeños.
Como
podemos notar, el Coco tiene al menos 5 siglos o más asustando a los niños,
pero además de las canciones de cuna amenazadoras, ¿qué hace que, incluso en
pleno siglo XXI, los niños teman tanto a este ser?
Si
bien no existe un acuerdo general sobre su apariencia física (dependiendo del
país puede ser un bulto, un hombre con cabeza de calabaza o de coco, un
monstruo, etc.), el poder de este ser no radica en cómo luce, sino en los
lugares donde se esconde, siempre al cobijo de una oscuridad total (un armario,
debajo de la cama, detrás de las puertas o de las cortinas, etc.), acechando y
esperando a que un niño se porte mal para venir a castigarlo o, en el peor de
los casos, para llevárselo. Suponemos que lo que causa tanto miedo en la psique
de los niños no es el castigo en sí, la apariencia física o que se los lleve,
sino en el temor a lo desconocido, es decir, nadie sabe exactamente en qué
consiste el castigo o el lugar al que se los lleva, pero es seguro que si se
porta mal, recibirá la visita y no sabe bien cómo terminará.
Así
que mis niños, quizá sea mejor que ya se vayan a dormir temprano si no quieren
saber cómo es realmente este ser.
Fuente: Diccionario etimológico.
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