SOBRE EL ATEÍSMO Y AGNOSTICISMO

SOBRE EL ATEÍSMO Y AGNOSTICISMO

Hace poco más de dos años, la Alianza Atea Internacional (Atheist Alliance International) lanzó un proyecto que tuvo como objetivo realizar un censo en línea de todo el no-creyente a nivel mundial (o al menos, de los que tienen acceso a internet), y sus resultados le permitieron determinar que alrededor del 7% de la población mundial (según dicha encuesta informática), eran agnósticos o ateos.

Muchos no-creyentes se autodenominan “agnósticos” en vez de “ateos” porque piensan que el agnosticismo es una forma menos radical de no creer en dios. Los “agnósticos” suelen decir que la diferencia entre ellos y los ateos, es que estos últimos aseguran que dios no existe, mientras que ellos no aseguran nada, porque hasta el momento no se ha encontrado evidencia de la existencia o la inexistencia de dios. Y algunos van más allá, afirmando que el conocimiento de lo divino (dios) está fuera del alcance de la comprensión humana, y por tanto jamás podremos tener dicho conocimiento.

Si bien comprendo el punto de estos “agnósticos”, difiero con ellos, porque no hacen un correcto uso de las palabras “agnóstico” y “ateo”. La palabra griega “gnosis” significa “conocimiento”. De modo que “agnosis” (“a”= privativo o negativo) significa “sin conocimiento”. Según la Real Academia Española, gnosis es "el conocimiento absoluto e intuitivo (especialmente de la divinidad) que pretendían alcanzar los gnósticos". Dicho de otra forma, los gnósticos afirman con certeza que tienen un conocimiento absoluto e intuitivo (y por tanto, subjetivo) de la existencia de abstracciones metafísicas, como lo son las deidades.

Agnosis, según la RAE, es "una actitud filosófica que declara inaccesible al entendimiento humano todo conocimiento de lo divino y de lo que trasciende a la experiencia". Pero hay una inconsistencia lógica en este planteamiento, que es popularmente conocida como "la falacia agnóstica", ya que se declara inalcanzable cierta forma de conocimiento (de lo divino), admitiendo implícitamente que dicho conocimiento existe. Además, el hecho de que el conocimiento humano tenga sus limitaciones, no necesariamente implica que todo aquello que trasciende a la experiencia sea una abstracción metafísica y mística, o que exista una deidad que está detrás de esas limitaciones.

Aunque la falacia agnóstica parece implicar que los “agnósticos” en realidad sí creen en dios, la verdad es que no creen, pero se niegan a asegurar su inexistencia. Si sí creyeran, se catalogarían como creyentes y no como algo que implique lo contrario.

Si hay algo digno de reconocer de quienes dicen ser “agnósticos”, es esa posición de no negar la hipótesis de dios. Tal vez la mayoría de ellos no lo sepan, pero ese tipo de razonamiento es muy parecido al que se utiliza para generar conocimiento a través de las ciencias, haciendo uso del principio de falsabilidad (o refutabilidad). Una hipótesis científica debe ser plausible, y también falsable. A grandes rasgos, se dice que un enunciado (hipótesis) es plausible cuando es lógico; y que es falsable, cuando puede demostrarse su falsedad mediante la experiencia empírica. Los avances en el conocimiento científico se dan como resultado del constante falsamiento de hipótesis relacionadas, tratando de encontrar lo que algo no es, para acercarnos cada vez más a lo que es.

La palabra “teísta” viene del griego theós, que significa “dios”, y el sufijo –ismo, que hace alusión a una doctrina o escuela particular de pensamiento. De modo que “ateo” significa “sin dios”. Según la RAE, un ateo es una “persona que niega la existencia de dios". Solo eso. Negar la existencia de dios, no es lo mismo que asegurar su inexistencia (como suelen decir los “agnósticos”).

Entonces el gnosticismo hace referencia a lo que se sabe (lo que se conoce, o se cree conocer) y el teísmo hace referencia a lo que se cree (o lo que se decide creer). Un teísta-gnóstico es alguien que “sabe” que dios existe porque cree en él. Un ateísta-agnóstico es alguien que no conoce evidencias que ratifiquen la existencia de dios, y por tanto no cree en él. Un teísta-agnóstico es alguien que no conoce evidencias que ratifiquen la existencia de dios, pero de todas formas cree en él. Y finalmente, un ateísta-gnóstico es alguien que “sabe” que dios existe, no obstante no cree en él.

Entonces, el (a) teísmo y el (a) gnosticismo son posturas que no son excluyentes entre sí. Tanto teístas como ateístas gnósticos pretenden tener la verdad absoluta (imposible de alcanzar —incluso para la ciencia— debido al principio de falsabilidad), y por tanto son posturas dogmáticas.

Me parece que vivir como si Dios no existiera -y dicho sea sin ánimo de insultar a nadie- es una cierta forma de cobardía a las exigencias que su existencia comporta; y también una ignorancia acerca de los horizontes amplios que abre a la vida humana. Sin Dios, el hombre es menos humano, tiene menos sentido.

Referencia:
1.      dontknow.net/punto-de-vista/ser-agnóstico-no
2.      plazapublica.com.gt/content/la-falacia-agnóstica
3.      filosofiaenlared.com/2012/12/por-que-no-soy-agnostico.html

4.      ensayistas.org/antología/XXE/catalán/gnosticismo.htm

Comentarios

Entradas populares de este blog

COMIDA ACABADA, AMISTAD TERMINADA (ANÉCDOTA DE FRANCISCO DE CARBAJAL, EL “DEMONIO DE LOS ANDES”)

Alférez peruano capturó Arica: “VENGO A IZAR LA BANDERA” (1971). PERCY ZAPATA MENDO.

Los duendes del Cuzco